jueves, 20 de septiembre de 2007

El Rey visita una provincia


Artículo de Josep Maria Terricabras
Algunos medios españoles, más anticatalanes que promonárquicos, han llenado espacio y horas con la quema de dos fotografías de los Reyes de España la semana pasada en Girona. No tienen en cuenta que, en España, el jefe del Estado no es un ciudadano normal sino un rey nombrado por un dictador, un rey que juró "los Principios del Movimiento", pero que no juró la Constitución, solo la firmó, que tampoco se ha sometido a un referendo y que, por lo tanto, tiene de su lado la legalidad pero no cuenta con la legitimidad democrática, que es la confianza expresada libremente por los ciudadanos.
Además, un rey impuesto debería tener especial interés en ser, al menos, un buen profesional, y esto significa, entre otras cosas, que el Rey de España debería hablar bien --como hace, por ejemplo el rey de Bélgica-- todas las lenguas del Estado que le paga la fiesta a él y a su numerosa familia. Pero, tampoco, eso tampoco.
Y entonces, cuando el Rey visita su provincia de Girona, a algunos --por pocos que sean-- les gustaría silbarle pero no pueden, porque no se les permite acercarse. Esto significa que, con este Rey, tampoco puede protestar quien quiera y como quiera: los indignados y antimonárquicos no pueden manifestarle su disgusto directamente sino que deben retirarse y pensar cómo van a hacer oír su protesta. Algunos lo hicieron en Girona quemando dos fotografías. Supongo que quien impide proferir gritos en directo es porque cree que esto es lo peor que puede ocurrir y que, por lo tanto, asume cualquier otra forma de rechazo, mientras sea lo suficientemente lejos.
A mí, personalmente, no me gustan las manifestaciones en las que se insulta, se queman o se rompen cosas. Pero esta una consideración estética más que política. Porque es obvio que, en una democracia, el jefe del Estado debe poder ser criticado como cualquier otro ciudadano. ¿Se ha preguntado el Rey y sus colaboradores por qué hay muchos jefes de Estado que no tienen que protegerse de su propia gente? Esto sí es revelador. La quema de fotos, una anécdota muy menor.

PUBLICADO EN "El Periódico de Catalunya" 19-VII-2007


Y YO NO SOY EL SÚBDITO DE NADIE
Apalizas a un tio: No vas ni a comisaria.
Quemas unas banderas: de 6 meses a 2 años de prision.

1 comentarios:

paco 13 de noviembre de 2007, 23:13  

Con la republica somos ciudadanos, con la monarquia subditos.
Un empujoncito más, y a por la tercera republica.
Que se calle el rey, que para una vez que dice algo que no tiene escrito la caga.
Militar, gandul, y borracho que se vaya.

Salud y republica.
Paco

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